Kanya Sesser, fuerza imparable: Para atleta, actriz de Hollywood y modelo
Encontrada al lado de carretera y ahora destrozando laderas de montaña, patinando y apareciendo en películas de Hollywood: Atleta, actriz y modelo Kanya Sesser muestra cómo tenerlo todo 11 Jan 2023
Una mujer que pasaba junto a la escuela de un templo budista se detuvo bruscamente cuando un grito agudo atravesó las primeras horas de la mañana.
Eran las 5 de la mañana del 13 de septiembre de 1992 en Pak Chong, Tailandia. Intentando ver el origen de los gritos, la mujer sacó una linterna y se acercó cautelosamente al borde de la carretera. Cuando la luz titiló, buscando, entre las hojas de hierba alta, cayó sobre una manta rosa con algo retorciéndose en su interior. Un bebé.
"Tenía escombros y picaduras de mosquito por todas partes. Me recogió y notó que algo no iba bien, así que me llevó a su casa y abrió la manta para quitarme todos los restos", recuerda Kanya Sesser, que ahora tiene 30 años. "Me buscaba por todas partes y decía: "Vaya, no tiene piernas". Y miraba a ver si tenía alguna amputación y no tenía ninguna. Nací sin piernas".
La mujer llamó entonces a la policía municipal, que se llevó al bebé, de varios meses en aquel momento, al hospital.
Allí pasó Sesser los años siguientes. La enfermera Mae Chan, a quien Sesser llama su segunda madre, y otros miembros del personal del hospital se turnaban para cuidarla mientras buscaban a su familia biológica. La búsqueda fue infructuosa, pero Sesser encontró un hogar permanente cuando una familia de los Estados Unidos vino a adoptarla en mayo de 1998.
Transcurridos 25 años, las luces que iluminan a Sesser ya no son las de las linternas que atraviesan la hierba, sino los reflectores de los skateparks y las pistas de snowboard, así como los flashes de las cámaras en las alfombras rojas y las sesiones de fotos de moda.
Patinadora, practicante de snowboard, actriz y modelo, Kanya Sesser ha demostrado que ni siquiera los comienzos más humildes pueden impedir disfrutar de una vida plena.
Cruzando un océano
Tanto si le apunta una cámara de cine como una de fotos, Sesser se desenvuelve con naturalidad delante de una lente. Es lógico que su camino hacia el estrellato empezara con una foto en una revista.
"Mi madre adoptiva me vio en la revista Holt, de Tailandia, y dijo: 'Oh, vaya'", dijo Sesser. "Ella y mi padre habían estado hablando de adoptar una hija y vinieron hasta Tailandia para buscarme, y ella ni lo pensó. Vio a todos los demás niños, pero dijo: 'Sabes qué, va a formar parte de nuestra familia'".
Llegar al noroeste del Pacífico e integrarse en la sociedad no fue fácil para la niña de cinco años. El idioma fue una de las mayores barreras.
"Me sentía sola porque llegué a los Estados Unidos y me preguntaba: "¿Por qué las personas con las que estoy no son las enfermeras? Y hablan en otro idioma". Y luego imagínate que tienes una discapacidad, sin piernas, y vienes a los Estados Unidos donde no sabes nada, salvo tu propio idioma y deseas tanto algo y quieres que la gente te entienda, pero no pueden entenderte", dijo Sesser.
"No hablé inglés hasta los nueve años y tratar de entenderlo fue realmente difícil. Había veces que lloraba porque no entendía la gramática, el contexto. La escuela en general era muy dura y difícil".
La respuesta de Sesser a estos desafíos fue ser lo más independiente posible desde muy pronto.
"Fui muy independiente desde el primer día. Me enseñé a caminar con las manos porque al crecer con lo que tienes, tienes que aprovechar lo que sabes", dijo. "Para ser sincera, nunca me sentí diferente. Simplemente pensaba: 'Bueno, esto es lo que soy. Esta soy yo y voy a ir por ello'".
Sus primeros años en los Estados Unidos también incluyeron múltiples operaciones en las manos. Sesser nació con una mano palmeada y un dedo de más en la otra.
Mientras se sometía a estas operaciones, se aficionó a los deportes adaptados y probó el baloncesto en silla de ruedas, las carreras, el tenis y el rugby. Fue también en esa época cuando empezó a andar en skate.
La vida sobre una tabla
Sesser participó en carreras en silla de ruedas durante 16 años. Empezó a practicar este deporte en la escuela secundaria y llegó a ganar medallas de oro en el National Junior Disability Challenge, así como medallas de bronce en campeonatos nacionales.
Tras retirarse del atletismo en 2015, se centró en los deportes de acción.
Sesser probó por primera vez el skateboarding de niña, cuando tomó uno prestado de un amigo. Lo primero que hizo fue bajar una cuesta empinada y hacer un ollie en la calle. A partir de ahí, se enganchó.
"En vez de usar las piernas, uso los dos brazos", dice Sesser. "Golpeo con las dos manos. Hago un ollie con el torso hacia arriba porque no puedo usar las piernas... Me subo a las barandillas. Practico mucho el bowl, que es lo que más me gusta porque me gusta dejarme caer".
Después de dominar un deporte de tabla, Sesser estaba ansiosa por practicar otro, esta vez en la nieve.
Primero intentó iniciarse en los deportes de nieve con el Para esquí nórdico y disfrutó compitiendo en las pistas. Sin embargo, el costo de un esquí de asiento hecho a medida -unos 8.500 dólares- era inasequible para la estudiante, mientras que los que le prestaron eran demasiado pesados para ella.
Conseguir su propia tabla de snowboard resultó más fácil cuando Sesser se puso en contacto con el Proyecto ROAR, una organización sin ánimo de lucro que construye y financia equipos a medida y experiencias de aventura para atletas adaptados.
Cuando Sesser se prepara, se sujeta a la tabla de snowboard con el cuerpo y no con los pies, y dada su experiencia en el skateboarding, la transición a la nieve fue casi perfecta.
"Me encanta el skateboarding y el snowboard, porque el snowboard es como el skate, pero sobre la nieve", afirma. "Siento que el skateboarding forma parte de mi vida desde que era niña. Me gusta más usar el skate que la silla de ruedas porque soy yo".
Apasionada de ambos deportes, Sesser reparte ahora su tiempo entre los skateparks y las pistas de montaña.
En invierno está en las pistas de Colorado, Oregón o Park City. Cuando llegan las temperaturas cálidas, vuelve a California, donde se mudó espontáneamente a los 20 años, con un par de bolsas de viaje a cuestas.
Aparte de las temperaturas favorables al skate durante todo el año, mudarse a California tuvo una ventaja adicional. Ahora Sesser puede disfrutar de otro deporte de tabla, el surf, todos los días que quiera.
Confianza de película
Ya sea sobre un skate, una tabla de snowboard o una de surf, Sesser suele llamar la atención de los espectadores por su técnica única. Sin embargo, eso no ha sido un problema, ya que la confianza en sí misma es algo que, según Sesser, siempre le ha sobrado.
"La gente se me quedaba mirando, pero yo decía: "Hola, soy Kanya". No me retraía ni me avergonzaba. Nunca me sentí así. Simplemente decía: 'Hola, soy Kanya. Nací sin piernas'".
Esa franqueza se reflejaba también en sus relaciones con los compañeros.
Sesser encajaba en la escuela y estaba rodeada de un gran grupo de amigos. Estuvo en el equipo de cheerleading hasta su primer año de secundaria, fue a la fiesta de bienvenida y casi fue elegida reina del baile. Las citas también le resultaron fáciles.
"Mi primer beso fue en primer grado, así que obviamente no tengo problemas con los chicos", dijo Sesser. "Cuando iba al colegio, nunca me acosaron, en absoluto. La gente sentía más curiosidad por mí y cuando los chicos sienten curiosidad, quieren ser tus amigos y quieren ver qué pasa contigo porque piensan: "Vaya, esta chica es genial", y también por mi forma de ser.
"Tienes que transmitir la sensación de ser tú misma. Cuando era pequeña, siempre le decía a la gente de mi edad -12, 13, 11 años-: "Sí, no tengo piernas, pero ¿sabes qué? Puedo escalar cosas. Puedo hacer cosas", y les enseñaba cómo era. Porque siempre he tenido ese fuego dentro de mí. No voy a dejar que la ignorancia de alguien me desvíe de lo que realmente soy".
Sesser empezó a modelar cuando tenía 16 años y desde entonces ha trabajado con grandes marcas como Adidas, Sephora, Sweaty Betty y Abercrombie and Fitch. También desfiló en las pasarelas de la Semana de la Moda de Nueva York en 2021 y 2022.
En 2016, conocida por su habilidad con el skate, Sesser fue llamada para interpretar a una surfista profesional en Hawaii Five-0. Después actuó en otras series de televisión y también hizo de doble en The Walking Dead y Fear of the Walking Dead. Allí lo más destacado fue interpretar a un zombi atado a un camión que iba a 60 kilómetros por hora por un camino de tierra, una experiencia que Sesser describe como "peligrosamente divertida".
Su aparición cinematográfica más reciente fue en Babylon, estrenada en diciembre de 2022, donde actuó en una escena con Tobey Maguire. El thriller romántico oscuro The Keeper, donde Sesser interpreta uno de los papeles principales, se estrenará en el verano de 2023.
Como nunca le faltan cosas que hacer, el consejo de Sesser para quienes desean un estilo de vida pleno como el suyo es sencillo:
"Empieza por ponerte a ti primero. Empieza por preguntarte qué quieres. Hay una vida porque la vida no está garantizada, y de lo que más me arrepentiría es de no haber vivido mi vida al máximo. Cuando muera, de lo único que me arrepentiría sería de no haber intentado vivir la vida plenamente como quiero y de no haberme llenado de cosas que quiero hacer".