Montjane: Carrera estelar en tenis en silla de ruedas tras difícil comienzo

Kgothatso Montjane fue la primera mujer sudafricana de raza negra que compitió en tenis en silla de ruedas en Wimbledon y actualmente ocupa el cuarto puesto del ranking mundial. 

Esta atleta de éxito internacional ha obtenido muchos reconocimientos en su carrera, pero su vida podría haber sido muy diferente, como reveló a Para Sport.

Montjane cogió una raqueta por primera vez a una edad relativamente tardía, 19 años, después de verse obligada a jugar al tenis en silla de ruedas en su último año de colegio. No sabía nada de este deporte y admitió que quería dejarlo: "No me gustaba nada". 

Más tarde, en la universidad, descubrió que, como estudiante con discapacidad, sus opciones para practicar deporte eran muy limitadas. El tenis en silla de ruedas era el único que tenía a su alcance, así que decidió "hacer las paces" y, con perseverancia y dedicación, es ahora una de las mejores jugadoras del mundo.

Montjane cuenta con 29 títulos individuales, entre ellos el Abierto de Suiza y el Abierto de Bélgica, donde también triunfó en dobles, ganando en 2015 con Jordanne Whiley, la ganadora de Grand Slam de Gran Bretaña. 

El año pasado llegó a la final de Wimbledon, donde fue derrotada por la neerlandesa Diede De Groot, número 1 del mundo. La zurda también fue subcampeona en la final de dobles con la británica Lucy Shuker, campeona mundial del Masters. 

La sudafricana, mejor mujer con discapacidad del año, competirá la próxima vez en el Abierto de Francia, en París, donde ha sido dos veces semifinalista. También llegó a la misma instancia en los Abiertos de Australia y Estados Unidos. 

Esta jugadora de 35 años nació en Limpopo con un trastorno congénito en las manos y el pie, y el otro le fue amputado a los 12 años. Al recordar su carrera, Montjane recuerda su transformación de novata a campeona y el momento de mayor orgullo en ese camino.

PARA SPORT: ¿Por qué empezó a jugar al tenis en silla de ruedas?

Kgothatso Montjane:  Tenía 19 años y me reclutaron para el tenis porque ya era una alumna activa en el deporte en la escuela especial a la que asistía. Era 2005 y era mi último año de secundaria.

¿Disfrutó del deporte en esos primeros tiempos?

KM: No lo disfruté en absoluto porque me obligaron a jugar y ni siquiera sabía lo que era, nunca lo había visto en ningún sitio. Sinceramente, al principio no me gustaba el tenis en silla de ruedas.

¿Cuánto tiempo después de coger una raqueta empezó a entrenar? 

KM: No entrené mucho (al principio). Esperaba, porque estaba en mi último año de secundaria, que me libraría del tenis al año siguiente cuando fuera a la universidad. Pero al año siguiente, cuando quise apuntarme a algún deporte en la universidad, el tenis en silla de ruedas era el único deporte activo para personas con discapacidad, así que hice las paces y me uní al grupo. Empezamos a entrenar tenis entre semana, durante dos horas. Actualmente, entreno tres horas y media cinco días a la semana en el Centro de Alto Rendimiento de la Universidad de Pretoria.

¿Cuándo empezó a competir?

KM: Tenía 19 años, y el mismo año que empecé, tuve la oportunidad de competir en el primer torneo de tenis de mi vida en Pretoria (que ganó). Me sentí muy bien, ya que gané un gran trofeo y un premio en dinero.

Después de su primera victoria, ¿progresó rápidamente? 

KM: Al principio competía sobre todo aquí, en casa, y me sentí muy bien porque pensé que era la mejor al ganar a todo el mundo a nivel local. Pero en 2006 tuve la oportunidad de ir a Europa a jugar y no me fue bien porque todos eran muy buenos. Después de eso me limité a competir a nivel local hasta que volví a viajar a Europa en 2010, donde gané mi primer torneo internacional en Bélgica (el Abierto de Bélgica).

Desde entonces ha ganado muchos torneos y en 2018 se convirtió en la primera mujer negra sudafricana en jugar al tenis en silla de ruedas en un Grand Slam en Wimbledon. ¿Por qué cree que ha tenido tanto éxito en este deporte?

KM: Creo que el valor de seguir perseverando a través de los desafíos, es lo que realmente me ha mantenido en marcha y me ha hecho ser quien soy hoy. Nunca fue fácil venir de este lado del mundo e intentar triunfar en un deporte como el tenis.

¿Tenía un ídolo deportivo en el tenis en silla de ruedas? Ahora es un héroe para muchos, especialmente en Sudáfrica. ¿Cómo se siente?

KM:  No tenía un ídolo (al principio) porque nunca había visto este deporte, pero crecí hasta tener uno cuando empecé a leer más sobre él. Admiraba mucho a Esther Vergeer porque era genial (la campeona Paralímpica neerlandesa de tenis en silla de ruedas, ya retirada, ha ganado un total de 48 torneos de Grand Slam en individuales y dobles). Solo estoy agradecida por ser un faro de esperanza para los sudafricanos que me admiran.

¿Animaría a otras personas a practicar el tenis en silla de ruedas?

KM: Definitivamente, animaría a la gente a practicar el tenis en silla de ruedas porque es bueno para nuestro bienestar. A mí me gusta porque tiene retos interminables, lo que mantiene mi mente despierta. Entre los beneficios que he experimentado está el hecho de que me ha ayudado a mantenerme activa y a ser independiente. También me ha dado la oportunidad de viajar por el mundo y aprender más sobre la cultura, la inclusión y la diversidad. Pero, sobre todo, me ha dado la oportunidad de hacer hermosos amigos de todo el mundo. Realmente ha dado forma a mi vida social.

¿Cuál es su momento de mayor orgullo en el tenis en silla de ruedas?

KM: legar a las finales de individuales y dobles en Wimbledon 2021.

¿Cuáles son sus planes de futuro en este deporte?

KM: Mi ambición a largo plazo en el tenis en silla de ruedas es mantenerlo aquí en África. Me gustaría involucrarme más en el desarrollo del deporte, para ayudar a que crezca en el continente.